- Ecologistas en Acción considera que los proyectos de parques eólicos en Garciaz y Madroñera, junto con el recientemente conocido de Conquista de la Sierra, están enmarcados dentro de un modelo de producción de energética renovable de forma masiva, sin contemplar un objetivo de reducción del consumo de energía.
- Exigen a la administración un apoyo decidido al modelo de producción eléctrica de proximidad y de autoconsumo, que acabe con estas mega-plantas, eólicas y fotovoltaicas, tan impactantes en el medio rural, cuyo único fin es suministrar energía a otras regiones altamente demandadoras y con escasa producción debido al elevado precio de su suelo, que hace menos rentables este tipo de instalaciones.
- Además de las graves afecciones ambientales de estos proyectos en la zona, tendrán un considerable impacto en la economía local, donde se ya existen iniciativas para implantar un modelo sostenible y viable, complementario de la ganadería y agricultura tradicionales.
Ecologistas en Acción de Extremadura ha presentado alegaciones ante la Consejería para la Transición Ecológica y la Sostenibilidad de la Junta de Extremadura, en relación a la evaluación de impacto ambiental (EIA) y la solicitud de autorización administrativa previa (AAP) de los parques eólicos denominados Garciaz y Madroñera (Cáceres), ya que mantiene que, en ambos casos, lo que se presenta es un macro-proyecto fragmentado en dos. Esta argucia se realiza para cumplir, teóricamente, con la normativa vigente, mientras que, en la práctica, lo que se va a ejecutar es una gran instalación para generar gran cantidad de energía y exportarla, lo que podría definirse como un expolio pues estos proyectos, en su conjunto, no cumplen con la Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.
En dicha directiva se tratan las comunidades de energías renovables, mediante las cuales tanto la producción como el modelo energético en sí mismo serían más democráticos y participativos, ya que las personas consumidoras formarían parte de un modelo de producción de energía distributiva (también llamado descentralizado) y no concentrado. De este modo, la alternativa a proyectos tan impactantes en el medio tanto natural como social, como es el caso de los de Garciaz y Madroñera, sería desarrollar proyectos de autoconsumo, que generan la energía allí donde se consume y exentos de un impacto ambiental inadmisible, severo o crítico, a diferencia de los macro-proyectos eólicos como estos y sus líneas de evacuación.
Por tanto, Ecologistas en Acción de Extremadura considera que se está produciendo una fragmentación de un único proyecto, al que se une ahora el del parque llamado Conquista, en la misma zona. Además de que todos estos proyectos se encuentran muy próximos entre sí, han sido presentados por la misma empresa promotora -Iberdrola Renovables- y comparten una misma línea de evacuación y una misma subestación eléctrica de transformación, lo que evidencia la intención de fragmentar un único proyecto para presentarlo como tres aparentemente distintos.
Esta fragmentación, sin argumentos técnicos que lo aconsejen y avalen, obedece a una argucia inicial de las empresas promotoras con la intención de no superar los 50 MWp por parque y eludir, de esta manera, su tramitación ante la Administración General del Estado, tal como señala la Ley del Sector Eléctrico, y como correspondería realmente al alcanzar en conjunto una potencia unitaria instalada de 100 MW, lo que supone un fraude de ley.
En relación a la valoración del impacto ambiental en el entorno natural donde se ubicarían estos parques eólicos, los estudios de impacto presentados adolecen de trabajos de campo rigurosos y contrastados acerca de la fauna en el área potencial de afección, primer paso para poder valorar el impacto sobre la misma y sobre los espacios de la Red Natura 2000 colindantes. En concreto, sobre especies tan emblemáticas y de alto valor ecológico en nuestra región como son el lagarto verdinegro -un endemismo ibérico, es decir, solo presente en la península ibérica-, el galápago europeo, una especie cada vez más escasa, y las poblaciones de ciervo volante europeo de la zona, especie amenazada asociada a las masas boscosas maduras y presente en Extremadura sólo en enclaves muy particulares, como es el caso de los bosques de Garciaz, Madroñera y resto de las Villuercas. Precisamente, el ciervo volante es uno de los bioindicadores de calidad ambiental de nuestros bosques, pues su existencia está ligada al mantenimiento de los más relictos, es decir, zonas de bosque original supervivientes que han quedado aisladas. Con el gran movimiento de tierras que es necesario realizar en la obra civil de implantación de cualquier parque eólico y sus líneas de evacuación, dichas especies se verían gravemente afectadas.
Los estudios de impacto ambiental también carecen de una adecuada caracterización y valoración del impacto sobre el paisaje, además de que contravienen el Convenio Europeo del Paisaje. A pesar de tratarse de proyectos eólicos, no existe una caracterización del paisaje objetiva ni basada en alguno de los métodos y criterios utilizados para ello, además de que tampoco se aporta ningún estudio riguroso y detallado de la contaminación acústica que supondrán, por lo que no queda adecuadamente valorado este tipo de impacto sobre el medio y las personas que habitan en sus inmediaciones.
Es clara la amenaza y el impacto altamente negativo por colisiones, molestias por luz, efecto barrera y destrucción de hábitat, que la ejecución de estos proyectos supondrían sobre las especies de avifauna y los quirópteros que habitan o se desplazan por las sierras donde se pretende ubicarlos. Todas estas son especies declaradas en peligro de extinción, sensibles a la alteración del hábitat o, en general, protegidas por distintas leyes nacionales, autonómicas y/o directivas europeas e internacionales. Los aerogeneradores supondrán una barrera que cortará el paso migratorio de muchas aves como, por ejemplo, el milano real, el abejero europeo, el milano negro, la culebrera europea, la cigüeña negra o la grulla, entre otras. Está sobradamente documentado que se producen multitud de colisiones con los aerogeneradores, lo que es más que previsible que ocurra en este caso si se tiene en cuenta la densidad de avifauna que se desplaza en sus movimientos migratorios por este tipo de pasos.
También se verían muy afectados mamíferos, como es el caso de diferentes especies protegidas de murciélagos, entre los que destaca el murciélago ratonero forestal, especie catalogada en peligro de extinción según el Catálogo de Especies Amenazadas de Extremadura. La ejecución de estos proyectos iría en contra de las líneas prioritarias de actuación del Plan de Recuperación de la especie ya que los aerogeneradores son un elemento letal para los murciélagos, como se evidencia en otros parques eólicos instalados y en numerosos estudios realizados al respecto.
En cuanto a la flora, se verían afectadas también especies protegidas como la azucena silvestre y varias poblaciones de orquídeas, entre ellas la de Serapias perez-chiscanoi, única especie de orquídea catalogada “en peligro de extinción” en Extremadura y una de las siete especies botánicas que cuenta con el máximo nivel de protección en nuestra región.
Todo lo anterior contraviene de manera flagrante la Ley 33/2015, de 21 de septiembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Además de todo esto, la construcción de este parque afectaría a la excepcional masa boscosa del lugar y al suelo donde se asienta, tanto en número de árboles como al complejo micorrizal de hongos presente bajo el suelo, que es el que los sostiene y de cuya presencia depende su equilibrio vital.
A su vez, y lo que no es menos importante, estos proyectos generarían un impacto social negativo sobre la zona y sus poblaciones, ya que estos municipios son visitados anualmente por un gran número de turistas con intereses en la ornitología, la micología, el senderismo (entre otras la ruta Entre Sierras, Robles y Castaños que discurre por el sendero homologado PR-CC 228, dentro del circuito Camina Extremadura), la caza, etc., que contribuyen en gran parte al desarrollo económico de la población. Así mismo, Garciaz pertenece a la Red de Caminos a Guadalupe, en concreto con el Camino de los Descubridores, que todos los años acoge a un gran número de visitas. Con la ejecución de estos proyectos sus atractivos se verán muy mermados. Lo que supondrá una disminución de la afluencia de estas personas.
Esta amenaza es especialmente grave para el recurso del turístico astronómico ya que dos de los aerogeneradores se situarán en las inmediaciones del Mirador Celeste de la Cruz de los Guijos de Garciaz, que cuenta con un certificado Starlight y forma parte de la Red de Miradores Celestes de Extremadura. Dicha red articula en el territorio una iniciativa basada en la innovación y la sostenibilidad, lo cual resulta un paso más en el cambio de modelo productivo de Extremadura y que nos convierte en modelo de desarrollo sostenible.
Por todo ello, Ecologistas en Acción de Extremadura mantiene que la instalación de estos proyectos no es compatible con los valores ecológicos de la zona donde se pretenden implantar, ya que supondrían un gran impacto social y ambiental, tanto en el aspecto visual, por ser un paraje con alto valor paisajístico, como ecológico y socioeconómico. Estos proyectos actúan claramente en contra de la apuesta por la sostenibilidad que la Junta de Extremadura asegura promover como modelo de progreso de la región, como son sus diferentes estrategias para generar una transición hacia una Economía Verde y Circular Extremadura 2030, según la cual, se fomenta la configuración de un nuevo modelo productivo regional, capaz de generar riqueza y empleo a través de las fortalezas ligadas a nuestros recursos naturales.
Una vez más, la asociación reitera su desacuerdo con el modelo de producción eléctrica renovable que se está implantando en Extremadura y otros territorios del Estado. Cada vez es más evidente que no se orienta a cubrir las necesidades de energía de la región, al haber ya instalada una potencia muy superior a la consumida, sino que este modelo está concebido dar suministro, a través del oligopolio empresarial tradicional, a otras regiones con una alta demanda eléctrica y en cuyos territorios el elevado precio del suelo no hace tan rentable crear este tipo de instalaciones. Por este motivo, Ecologistas en Acción de Extremadura exige que las administraciones se replanteen el modelo actual y apoyen decididamente la producción eléctrica de proximidad y la de autoconsumo que, además de implicar un menor impacto en el entorno rural, no supone la pérdida irreversible de superficie agrícola o forestal, como ocurre en la actualidad, y que tan necesaria será en un futuro próximo si se pretende implantar una economía sostenible y viable en nuestros pueblos.
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