El depósito de agua de la antigua estación de La Rigüela, que yacía en el suelo desde el mes de mayo en que fue derribado, ha sido demolido concienzudamente y sus escombros se encuentran esparcidos por el suelo.
El pasado mes de mayo agentes sociales denunciaron la demolición del edificio de la antigua estación de La Rigüela a otras edificaciones, el derribo del depósito de agua, y la sepultura de casi 2 km de trazado del antiguo ferrocarril de Cala a San Juan de Aznalfarache. Dichos agentes se organizaron en el Grupo de Trabajo por las Vías Verdes de Cala y Aznalcóllar, formado por A Contramano, Asociación Sevillana en Defensa de los Caminos Públicos, Fundación Patrimonio Industrial de Andalucía y la Federación Sevillana de Ecologistas en Acción.
Como consecuencia de la denuncia social, el Ayuntamiento de Guillena y la Junta de Andalucía abrieron expedientes de investigación por infracciones urbanísticas y medioambientales.
Pocos días después de la denuncia se llevó a cabo una movilización en el lugar de los hechos, donde las Asociaciones dieron a conocer sus objetivos, siendo el primero de ellos la protección del Patrimonio Industrial asociado al Ferrocarril de Cala a San Juan de Aznalfarache, el segundo su protección natural y paisajística, y el tercero su conversión en Vía Verde. Durante estos meses se han desarrollado reuniones entre las asociaciones y las Administraciones, con el fin de poner en marcha la consecución de esos tres objetivos, en las que las Administraciones han manifestado y se han comprometido con los mismos mediante mociones o declaraciones institucionales.
Los hechos acontecidos estos días evidencian que es preciso una actuación institucional urgente que proteja el Patrimonio Industrial del Ferrocarril de Cala a San Juan de Aznalfarache, y que castigue de forma ejemplar los atentados contra el mismo. De lo contrario se corre el riesgo de perder para siempre este legado histórico, y la oportunidad de aprovecharlo como Vía Verde para que aporte una nueva oportunidad económica para los municipios por los que discurre.
La experiencia durante tres décadas de conversión de trazados ferroviarios en desuso en Vías Verdes, evidencia que las mismas son beneficiosas para todos los habitantes de las comarcas por las que discurren, incluso para los que en un principio se opusieron a ellas, ya que, aparte del consumo que los usuarios de las mismas realizan en la zona, sirven de escaparate internacional de los productos locales, algo muy importante para los propietarios/productores, y que debe animarlos a apoyar con entusiasmo la conservación de este patrimonio, y su reconversión en Vías Verdes, en lugar de destruirlo sin obtener beneficio alguno.
Desde el Grupo de Trabajo por las Vías Verdes de Cala y Aznalcóllar confían ello, y seguirán trabajando para que las Vías Verdes de Cala y Aznalcóllar sean pronto una realidad, un referente de modelo de economía circular entre el área metropolitana de Sevilla y el entorno rural, y un producto más de calidad del catálogo turístico internacional andaluz que sirva de publicidad a los productos y formas de vida locales.
Adjuntamos una foto de la manifestación que hicimos el pasado 20 de junio, en la que se puede ver el depósito en el suelo, y fotos recientes, en las que se puede ver cómo ha sido destruido totalmente y sus escombros esparcidos.
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