El escándalo desatado por el anuncio de que la Junta de Andalucía ha dado el visto bueno a una macrourbanización a las puertas de Doñana, en plena polémica por la pretensión de PP-Vox de legalizar regadíos en el mismo entorno de Doñana y en plena sequía, recuerda, por la hipocresía de los políticos que ahora dicen estar en contra de este macroproyecto, a aquella famosa frase del jefe de policía en la película Casablanca “Qué escándalo, he descubierto que aquí se juega”.
Tanto el PSOE, partido que ha gobernado en Andalucía hasta 2019, como IU, que gobierna en Trebujena, como ahora el PP, han dado todo tipo de autorizaciones y parabienes para favorecer a este proyecto especulativo. Quienes ahora se escandalizan por esta barbaridad, ¿Qué han hecho en estas dos décadas para evitarla? Nada, total apoyo a sus promotores.
Hagamos memoria:
En 17/12/2003 el alcalde de Trebujena, Manuel Cárdenas (IU), suscribe un convenio con el
promotor urbanístico Bernard Devos, propietario de la sociedad ZANONA S.A., por el que el
ayuntamiento se comprometía a declarar urbanizable 345 has para un campo de golf, hoteles y
750 viviendas, y a cambio recibiría de la citada sociedad 5.598.427 €. En 2004 se redelimita el
sector para excluir la Zona de Dominio Público Marítimo Terrestre, quedando la superficie a
urbanizar en 251 has.
La Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Cádiz celebrada el 31/7/2006
aprobó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Trebujena, pero suspendiendo la Sector-
16 turístico de Suelo Urbanizable Sectorizado (macrourbanización) por las siguientes razones:
- Su implantación en este entorno territorial supone la introducción de importantes tensiones en
la estructura del sistema de asentamientos y en la ordenación urbanística de Trebujena. - Su ubicación responde al modelo de crecimiento disperso en el territorio, en contradicción con
los criterios de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), que en su art. 3 dice
“Conseguir un desarrollo sostenible y cohesionado de las ciudades”. - Este sector está alterando el sistema de relaciones de los núcleos urbanos, generando
demandas para las que el territorio no está preparado (equipamientos, agua, saneamiento…). - La nueva implantación, con una superficie de 2.326.698 m 2 , supone una superficie superior al
actual núcleo de Trebujena, y el número de 750 viviendas propuestas, un notable incremento
sobre las 2.542 viviendas existentes, para una población de 6.877 habitantes. - Por otra parte, las características propias de una zona de marismas confieren al sector un riesgo
medio de inundabilidad, que se va agravando por los ciclos de precipitaciones típicos del clima
mediterráneo. Este “Riesgo” se encuentra recogido en el documento del Plan de Ordenación
del Territorio (POT) de la Costa Noroeste de Cádiz.
No obstante estas fundadas razones para eliminar esta urbanización del PGOU, en la sesión de esa
misma Comisión celebrada más de un año después (13/11/2007), se decidió aprobarla e incluirla
en el PGOU, eso sí, excluyendo el uso residencial: “se deberá incluir la concreción de los usos
característicos del Sector como hotelero y deportivo; usos compatibles como comercial y terciario;
usos prohibidos residencial (incluidos apartamentos turísticos)”. Una aprobación inexplicable de
una macrourbanización que ese mismo organismo había rechazado por incumplir leyes y normas.
La consejera en esos años era Concepción Gutiérrez.
Pero no contentos, en 2011 la Junta de Andalucía aprueba por decreto -con José A. Griñán de
presidente y Josefina Cruz de consejera de Obras Públicas-, el POT de la Costa Noroeste de Cádiz,
que incluye esta macrourbanización como “Área de oportunidad”. Este plan había sido sometido
previamente a la consideración de la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de
Andalucía, órgano consultivo en el que están representadas todas las administraciones públicas, y
numerosos colegios profesionales, agentes sociales y asociaciones. Inexplicablemente, el POT
contempló de nuevo la inclusión en este “Área de oportunidad” de viviendas (300), rectificando a
favor de los promotores el acuerdo que aprobó el PGOU. Tras esta reducción de las viviendas
previstas en el primer convenio, se firma uno nuevo por el que se reduce la aportación de la
sociedad a 3,3 millones de euros, de los que el ayuntamiento ha cobrado 1,8 millones.
Los únicos que se opusieron a este despropósito fuero los dos representantes de Ecologistas en
Acción, que presentaron un informe -que consta en el acta de la sesión de 7/6/2010-, en el que se
advertía:
“El Área de oportunidad de dinamización turísticas de Trebujena, de 232 has, de uso hotelero,
comercial, residencial (300 viviendas) y campo de golf, modifica las determinaciones del PGOU,
que solo contempla usos hoteleros y campo de golf, para poder construir viviendas por
imposición del alcalde y del promotor, que aseguran que el golf y los hoteles no son rentables
(?). Es una nueva concesión a la política de “más ladrillo”. Este proyecto urbanístico totalmente
desgajado del núcleo urbano, con un gran consumo de suelo y agua, es la antítesis del que dice
promover el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía. El POT no aclara de donde saldrá el
agua para el campo de golf”.
En 2012 el ayuntamiento inicia el trámite de modificación del PGOU para incluir este desarrollo
residencial. Después de varias paralizaciones, debido a que la Junta pretendió no someterlo al
preceptivo trámite de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), este trámite se inició en 2017.
Cuando en mayo de 2019 se sometió esta modificación del PGOU al trámite de información
pública, se generó una gran polémica por la oposición de sectores sociales de Trebujena y de
asociaciones como Ecologistas en Acción. Se organizan debates públicos y se presentaron más de
800 alegaciones. El alcalde Jorge Rodríguez (IU) desplegó una agresiva campaña de apoyo a este
proyecto. Al final, desconvocó el Pleno previsto el 7/10/2019 en el que pretendía desestimar la
totalidad de las alegaciones presentadas. Esta decisión tuvo que ver con que en dicho pleno iba a
participar Juan Clavero en representación de Ecologistas en Acción, y la Plataforma Ciudadana
Contra el Macroproyecto en las Marismas de Trebujena había convocado a la ciudadanía para
pedir la desestimación del proyecto. Rodríguez remitió todo el expediente, sin aprobación del
Pleno, a la delegación territorial de Sostenibilidad de la Junta que tramitaba la Evaluación
Ambiental Estratégica (EAE).
Desde 2019 hasta 2023, el Ayuntamiento ha seguido presionando a la Junta para que aportara los
informes necesarios para poder aprobar la modificación del PGOU. Desde 2021 se han sucedido
los informes y escritos del Servicio de Dominio Público Hidráulico de la Junta y del ayuntamiento.
El mencionado Servicio informó que las dotaciones de Trebujena superaban las establecidas en el
Plan Hidrológico del Guadalete, cuenca de la que se abastece este municipio.
El ayuntamiento remitió a la delegación de Sostenibilidad de la Junta varios escritos presionándola
para que se aprobara la Declaración Ambiental Estratégica (DAE). Tras varios informes negativos
del Servicio de Dominio Público Hidráulico de la Junta, con el nombramiento de Jorge Rodríguez,
de repente, los datos de consumo que aporta el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana cambian,
y asegura que hay agua suficiente dentro de lo establecido en el Plan Hidrológico vigente. En base
a esta “aclaración” del Consorcio, la Demarcación Hidrográfica del Guadalete y Barbate,
dependiente de la Junta de Andalucía, terminó por dar el visto bueno.
En contra de toda lógica, eludiendo razones legales y ambientales de peso para rechazar este
proyecto, e invadiendo competencias de aguas que corresponden a la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir, cuenca en la que está ubicada Trebujena y el macroproyecto urbanístico, el
delegado de Sostenibilidad, Oscar Curtido (PP), firmó una Declaración Ambiental Favorable,
asegurando, contra todas las evidencias y contra los argumentos muy fundados de las alegaciones
a las que ni siquiera ha contestado, que este macroproyecto “tendrá efectos compatibles con el
medio ambiente”.
Tras el informe desfavorable de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por las dos razones
que venimos invocando desde Ecologistas en Acción -la inundabilidad de los terrenos y la falta de
recursos hídricos-, todas las administraciones han dado por finiquitado este proyecto. Este
informe deja en muy mal lugar al delegado de la Junta que aprobó la DAE, en la que asegura que
existen recursos hídricos para este macroproyecto, eludiendo además el informe previo –
preceptivo y vinculante- sobre la inundabilidad de los terrenos.
La desestimación de esta modificación del PGOU para incluir 300 viviendas, que actualmente están
prohibidas en el propio PGOU, mantiene los 2.324.292 m 2 donde se pretende construir la
macrourbanización como suelo urbanizable, con la posibilidad de construir el campo de golf,
hoteles y centros comerciales.
Por ello, la asociación Rio Limpio-Ecologistas en Acción de Trebujena, y la federación provincial de
Ecologistas en Acción han solicitado al Ayuntamiento de Trebujena que anule definitivamente este
proyecto urbanístico, para lo que hay que modificar el PGOU y proceder a desclasificar estos
suelos, que deben pasar a no urbanizables (rústicos) especialmente protegidos, e impulsar la
regeneración de las marismas desecadas para incorporarlas al Espacio Protegido de Doñana.
Sólo la presión social y la evidencia de la total ilegalidad de este proyecto han llevado a la
sepultura a este despropósito, fiel reflejo de la política especulativa de la peor época de la burbuja
inmobiliaria. Todos los partidos políticos y todas las administraciones deberían reflexionar sobre lo
acaecido, y aplicar sus enseñanzas a las otras macrourbanizaciones que están proyectadas a lo
largo de todo el litoral gaditano.
La entrada La macrourbanización de las marismas de Trebujena: historia de un despropósito aparece primero en Ecologistas en Acción.
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