La insignia turística no puede ser ahora el descuido y derroche de agua

Las insignias turísticas de Conil son sus entornos naturales, no sus duchas.

El Ayuntamiento de Conil, al responder a Enebro-Ecologistas en Acción, justifica la utilización de algunas duchas de playa con argumentos como la salud y el bienestar de algunos usuarios, la pérdida de distinción turística y apelar a la responsabilidad personal.

Pero seguimos pensando que el Ayuntamiento se vuelve a equivocar: la calidad turística de Conil dependerá del buen estado de sus recursos y espacios naturales que son los atractivos para la gente. Su mala gestión no podrá ser un reclamo o una insignia turística.

Los argumentos municipales carecen de peso ante la alarmante sequía y la situación de Cambio Climático que sufre España (una de las provincias más afectadas es Cádiz) y, en particular la cuenca del Guadalete que es la que abastece de agua potable a Conil y en la que nos situamos a unos niveles preocupantes del 23,20% en la actualidad. Estos niveles bajarán drásticamente este verano, dado que el consumo se multiplica y las precipitaciones estivales aquí no existen. Podríamos llegar a tener restricciones en el corto plazo, no solo en el consumo agrícola (85% del uso) sino también en el consumo urbano (15%).

Muchos Ayuntamientos, como Chipiona, Vejer, Zahara de los Atunes y San Roque, han decidido cortar el agua de duchas y lavapiés de playas, anteponiendo la previsión y la responsabilidad al servilismo ante los turistas.

Decir que el cierre de las duchas afectaría al turismo en Conil es un argumento poco responsable y timorato. Este verano, al igual que otros años, la afluencia turística será muy elevada, haya o no duchas en la playa.

Utilizar a colectivos con problemas de salud y vulnerabilidad como excusa no nos parece serio ya que, en la mayoría de los casos, el agua del mar puede ser mucho más saludable que la clorada de las duchas.

Los responsables políticos, no pueden dejar bajo la responsabilidad personal el uso de un bien público escaso como es el agua.

Nos reiteramos en que el uso de duchas en la playa es una “necesidad creada” de la que se puede prescindir sin perjuicios de cualquier tipo

Por lo tanto creemos que el Ayuntamiento debe asumir la parte que le toca y actuar por el bien común de los ciudadanos de Conil, porque finalmente son ellos los que sufrirían las posibles cortes y restricciones.