Terminan de arrasar el bosque de Bahía Blanca

Desde 2006 se han ido realizando talas y desmontes para permitir la urbanización de estos terrenos, unos autorizados y otros no, aunque el ayuntamiento nunca los sancionó. A pesar de las promesas del entonces alcalde Fernando Gago y del concejal de Urbanismo Juan Carlos Rodríguez de que solo se talarían 14 árboles, se talaron más de 500, destruyendo uno de los mejores bosques litorales de la Bahía de Cádiz. Desde entonces las talas no han parado, pudiéndose haber talado más de 800 árboles.Esta era una zona de alto valor ecológico por la vegetación existente, que incluye especies protegidas como la sabina; por la presencia del Camaleón; por las magníficas vistas a la Bahía de Cádiz, con espléndidas puestas de sol; y porque era una zona verde en medio de urbanizaciones de alta densidad y con escasos parques públicos.

La empresa promotora, Arcai Inmuebles S.A., quebró, y los terrenos fueron embargados por Caja Inmaculada, entidad financiadora de este proyecto que terminó integrándose en Caja3, entidad que recibió 407 millones de euros de dinero público para sanearla. Y lo más lamentable es que tras la ruina de estas entidades financieras, los terrenos pasaron a ser propiedad de la SAREB, una sociedad pública. Por eso existía la posibilidad de que el ayuntamiento protegiera estos terrenos y solicitara el traspaso de la propiedad, cosa que no hizo. La SAREB vendió los suelos de Bahía Blanca a M.V.G Urbanismo y Gestión S.A., que ha arrasado y urbanizado el bosque.

Los responsables de la destrucción de este bosque tienen nombres y apellidos: todo empezó con Hernán Díaz que aprobó el proyecto de urbanización, Enrique Moresco y Alfonso Candón que modificaron el PGOU para favorecer la construcción de apartamentos en la zona, y de los exconcejales de Medio Ambiente Ignacio Colón y Marta Rodríguez que autorizaron o permitieron las talas masivas; también ha sido responsable el gobierno bipartito PSOE-IU, pues se negaron a revisar el PGOU del PP y proteger las escasas zonas forestales que quedaban en la Costa Oeste.

En unos tiempos de cambio climático, cuando la conservación de los bosques es una de las mejoras formas de fijar C02 y reducir las temperaturas de las ciudades, en El Puerto el ayuntamiento favorece sistemáticamente la deforestación del término municipal.