En las últimas semanas desde el Ayuntamiento de Jerez se han realizado declaraciones, proponiendo la incineración de basuras en la planta cementera como supuesta alternativa a la pérdida de puestos de trabajo, argumentando que iría en la línea marcada por la Unión Europea en materia ambiental. Comprendemos la gravedad de la situación provocada por el expediente de regulación de empleo y nos solidarizamos totalmente con los trabajadores, pero también les pedimos que no se dejen engañar. Por mucho que utilicen eufemismos, la valorización energética de residuos sólidos urbanos no es más que incineración de basuras. Algo que ya se intentó en nuestra provincia, con el proyecto de incineradoras de Miramundo, que tuvo que ser desechado debido a la fuerte oposición de organizaciones y ciudadanos. Así lo volvió a manifestar años después el propio Consejo Local de Medio Ambiente de Jerez que en 2013 mostro por unanimidad su rechazo a la incineración y su apoyo a la planta de tratamiento de Las Calandrias. Si hace casi treinta años este tipo de proyectos era descabellado desde el punto de vista ambiental, económico y sanitario, hoy, con todo lo que sabemos sobre cambio climático, es un auténtico atentado contra nuestro futuro.
Recomendamos a los ciudadanos y a los grupos políticos que se informen acerca de los argumentos del rechazo, basados en los graves problemas de salud que afectan a la población y del impacto ambiental, que este tipo de instalaciones generan en aquellas localidades donde se llevan a cabo. Un ejemplo puede ser el de la cementera de Carboneras en Almería Del mismo modo, recomendamos al gobierno municipal que lean el Pacto Verde Europeo aprobado por la Comisión Europea, antes de afirmar que la propuesta que hacen está en la línea del modelo de gestión de residuos urbanos por el que apuesta Europa. La incineración de residuos no solo no crea empleo sino que lo destruye. Las alternativas que realmente plantea Europa en materia de generación y gestión de residuos sí que crean empleo y pasan por su recuperación material, no por la incineración. Es definitiva: reparación, reutilización y reciclaje. No es de recibo que en vez de apostar por la modernización de la planta de Las Calandrias, infrautilizada por la incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo y que más municipios traten sus residuos en ella, se inclinen por la salida en falso de quemar la basura. ¿Qué pretenden destruir los puestos de trabajo que genera el modelo propuesto por la Unión Europea?, ¿Qué en vez de reforzar la plantilla de Las Calandrias se destruyan puestos de trabajo en la planta? Si esta son las propuestas que se le ocurren al gobierno municipal para luchar contra la pérdida de empleo en la industria nos tememos que el panorama laboral que le espera a Jerez es desolador. Hace falta crear una estrategia municipal de prevención y gestión de residuos con la participación de los agentes sociales y los ciudadanos, en la línea práctica los municipios de la Sierra de Cádiz con su proyecto de Economía Circular: separación en origen de la basura, compostaje de la fracción orgánica (una nueva planta se va a construir en Villamartín), implicación ciudadana y aumento en los porcentajes de reciclado. Lo que no necesitamos son propuestas obsoletas e insostenibles que ya fueron rechaza XX.
Ecologistas en Acción hace un llamamiento al gobierno municipal para que adopte una actitud acorde a la emergencia climática que vivimos y al resto de partidos políticos de la ciudad para que empujen en esa dirección, en un sentido de verdadera recuperación, transformación y resilencia.
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