Un defecto detectado en este proyecto, que se repite escandalosamente en otros, es precisamente la minusvaloración de los efectos sinérgicos del mismo sobre el paisaje, la ocupación del territorio y la biodiversidad. En este caso se omite la existencia de los proyectos de PSF “Prados” y “Carlit” en tramitación, que estarían muy próximos a “Argos”. Es evidente que los impactos positivos que tiene un determinado proyecto de energía solar fotovoltaica sobre el medio ambiente no pueden ser evaluados al margen del resto de proyectos instalados o pendientes de instalación en la misma zona, y sin embargo esa evaluación de las sinergias es insuficiente en el proyecto de PSF “Argos”. Este descuido no es menor, sino que, desde nuestro punto de vista, invalida totalmente el proyecto, cuyo sesgo es flagrante.
Además, el proyecto de PSF ocuparía tanto terrenos de alto valor agrológico como terrenos forestales estratégicos, cuando las recomendaciones estatales y autonómicas abogan por la protección de este tipo de terrenos. Que la salud del terreno no preocupa a los promotores queda muy claro cuando el proyecto no hace una proyección real del estado en el que quedaría el suelo tras la actividad; se garantiza que el impacto será moderado, pero es imposible valorarlo con exactitud, empezando por el hecho de que no se expone con claridad si las células que se utilizarán serán monofaciales o bifaciales (siendo las segundas mucho peores). Otro aspecto problemático es la evaluación del impacto sobre el paisaje, que carece de rigor y concluye muy alegremente que el impacto sobre el paisaje no será grande, puesto que habrá otras instalaciones (tendidos, carreteras, etc) en la misma zona que ya son muy negativas (ahí sí que les interesaba referirse a los otros proyectos, y no en la parte de las sinergias, que es cuando hubiera tocado).
Si todas estas razones no fueran suficientes para demostrar que los promotores de la PSF “Argos” no están realmente comprometidos con el medio ambiente, ahí van dos detalles más. Por una parte, no hemos encontrado una estimación real (ni siquiera aproximativa) del consumo de agua requerido por la limpieza de los paneles, cuando en paralelo se afirma que de todas formas la actividad de la planta supondrá un ahorro de agua en comparación con la que se gasta para la actividad agrológica actual, afirmación absolutamente errónea ya que los cultivos actuales son mayormente de secano. Por otra parte, el estudio de afecciones la Red Natura 2000 es insuficiente. Los interesados en que este proyecto salga adelante han evitado de forma muy consciente invadir los espacios naturales de la Red Natura 2000, pero sin embargo la PSF se ubicaría en el límite de la delimitación de la ZEPA y LIC “Sierra de Salinas”, lo cual afectaría a la avifauna por la desaparición de las áreas de campeo y alimentación de las rapaces presentes en ese espacio natural protegido; pero una vez más, dicho impacto negativo es minusvalorado, e incluso se llega a plantear como positivo (no es una broma, no).
Para colmo, durante el período de información pública existieron irregularidades, en el sentido de que la documentación alojada en el servidor de la Subdelegación del Gobierno en Alicante desapareció durante unos días. Este tipo de “errores”, que por suerte advertimos pero pueden pasar totalmente desapercibidos, suponen un obstáculo real para la ciudadanía que quiere informarse, paso previo necesario para la oposición a cualquier proyecto. Pues eso: no hay que bajar la guardia, nunca, y particularmente durante esta lluvia de megaproyectos de energía solar fotovoltaica, que no sabemos cuánto durará…
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