- Numerosas organizaciones ambientalistas de la provincia, junto con Ecologistas en Acción de Almería, celebraremos este miércoles día 2 de Febrero el día internacional de los Humedales.
El 2 de febrero de 2022 se celebra el Día de Los Humedales y es la primera vez que también se celebra como día internacional de las Naciones Unidas, con el tema para 2022 de lograr que los humedales se conserven y se usen en forma sostenible y racional.
Doñana y Tablas de Daimiel, y algunos más de los 76 de los incluidos en la Lista de Humedales de Importancia Internacional, como el Mar Menor, están en situación crítica de conservación. Reconocidos por la Convención RAMSAR o no, la protección “real” de estos hábitats indispensables para mitigar los efectos del cambio climático, entre otras funciones relevantes, no existe.
Cuando se cumplen 40 años de la ratificación española del Convenio RAMSAR, Ecologistas en Acción de Almería, apunta a defender y poner en valor aquellos humedales de importante valor ecológico olvidados por las administraciones y amenazados por la irresponsabilidad ciudadana.
El Convenio Internacional RAMSAR se firmó en 1971, pero España no lo ratificó hasta 1982 y actualmente hay un total de 76 humedales incluidos. Desde el inicio aparecen Doñana y las Tablas de Daimiel, los cuales actualmente están en el Registro de Montreux por considerar que debe prestarse una atención prioritaria a nivel nacional e internacional con miras a su conservación.
Los humedales son ecosistemas de importancia vital que contribuyen a preservar la biodiversidad, a la mitigación y amortiguación del cambio climático, incrementan la disponibilidad de agua dulce y enriqueciendo las economías. La recuperación y conservación en estado favorable de los humedales constituye un objetivo prioritario de las políticas europeas de biodiversidad. Pero, en el mundo, la velocidad de pérdida de humedales es tres veces mayor que la pérdida de bosques y, lamentablemente, en España la situación es poco halagüeña.
En España, se van degradando al derivar los recursos hídricos para la agricultura intensiva, como por ejemplo ocurre en Castilla la Mancha en El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Los datos son elocuentes: más de 50.000 hectáreas de regadío ilegal sobre un total de 175.000 activas (WWF 2021). Y singularmente las administraciones de Castilla-La Mancha, siguen dando alas a nuevas explotaciones anunciando nuevos trasvases a la llanura manchega, pidiendo la legalización de pozos, reclamando fondos para el regadío a Bruselas y proponiendo nuevos embalses.
En Andalucía, el Parque Nacional de Doñana, actualmente sólo recoge aguas pluviales y su acuífero subterráneo se ha declarado sobreexplotado. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló en junio de 2021 que el Reino de España está incumpliendo el Derecho Comunitario, en particular, la Directiva Marco de Agua y la Directiva Hábitats. Y el Gobierno andaluz, lejos de cumplir estrictamente el Plan de regadíos aprobado en 2014, ahora quiere amnistiar más de 1400 hectáreas ilegales de regadío, generando falsas expectativas de agua en una zona cuya actividad económica y social gira en torno al deteriorado humedal.
Otros, se han visto sacrificados hasta llegar al colapso no solo por el desvío de agua para la agricultura, sino por la presión urbanística, el vertido del efluente de las depuradoras insuficientemente tratado, la contaminación por insecticidas y aguas de retorno agrícola, etc… hasta que han llegado al colapso del ecosistema, tal como hemos podido presenciar en el Mar Menor.
En Almería, hemos perdido varios de estos hábitats, por los planes urbanísticos, como Las Salinas de Guardias Viejas o Salinas de San Rafael. Otros se van degradando y aunque tienen la catalogación de Humedales Andaluces, no se libran de la amenaza de la “construcción”, por ejemplo, El Saladar de los Canos o el humedal de la Ribera de la Algaida. Año tras año vemos como los problemas que denunciamos unidos a los efectos del cambio climático, siguen causando estragos y no se trabaja para solucionarlos: la eutrofización de Rambla Morales por el vertido de aguas de la depuradora, o la Desembocadura del Rio Antas que sufre las avenidas agravadas por intereses urbanísticos. Además, existen multitud de charcas no reconocidas ni protegidas en el municipio de El Ejido que surgieron el siglo pasado por la extracción de áridos y en la actualidad son de gran valor ecológico sobre todo para multitud de aves nidificantes. En esta línea, la Charca de Sotomontes de alto valor ornitológico está siendo “enterrada” por vertidos ilegales de todo tipo.
Ecologistas en Acción de Almería pide que se tomen medidas para:
VALORAR y frenar la destrucción de las zonas húmedas de nuestra provincia, impidiendo los niveles de ocupación y cambio de uso del suelo, casi siempre en relación con el crecimiento urbanístico.
GESTIONAR el uso de estos espacios evitando actividades dañinas y de alto impacto como la circulación y estacionamiento de vehículos o deportes como el motocross o el ciclismo, además de presionar mediante la vigilancia, el control y las sanciones para evitar, entre otras, la caza ilegal, la depredación de nidos de aves por mascotas libres, los vertidos incontrolados que contaminan el suelo, el aire, el agua y los acuíferos,
RESTAURAR las zonas degradadas y aprovechar el importante valor de estos ecosistemas contra los efectos adversos del cambio climático.
El futuro de los humedales demanda una Administración comprometida y una ciudadanía responsable y sensibilizada que aprenda a AMAR los humedales.
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