PM10 en Xixón: Estudio de contribución de fuentes

Se ha presentado un nuevo estudio de contribución de fuentes de contaminación, en este caso encargado desde el Ministerio para la Transición Ecológica.
El objeto era la realización de estudios e informes sobre calidad del aire en temas relacionados con la contaminación atmosférica, en el caso de Xixón por material particulado PM10: INFORME A2-4B.

En el estudio participaron la Escuela Politécnica de Ingeniería de Xixón y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, y el muestreo de PM10 se realizó desde el 28 de mayo de 2019 al 26 de septiembre de 2020 con una unidad móvil el barrio de Jove, junto a la Asociación De Vecinos Santa Cruz De Jove, al oeste de la ciudad de Xixón.

El análisis de contribución de fuentes permitió identificar 8 fuentes principales de contaminación en PM10:

quema de biomasa (7.4 %)
combustión siderúrgica (7.8 %)
nitrato secundario (15.3 %)
sulfato secundario (6.0 %), sínter (4.5 %)
fugitivas de resuspensión siderúrgica (28.5 %)
fuente difusa de resuspensión (11.6 %)
y aerosol marino (16.1 %).

Las emisiones fugitivas de resuspensión, procedentes de la industria siderúrgica, confirman la fuerte correlación entre Fe y elementos minerales detectada en las determinaciones indirectas. Esta fuente explica el 61% del Fe y, junto con la de combustión siderúrgica, explicarían las altas concentraciones detectadas de Carbono Elemental.

Una vez más y, bien sea por emisiones directas por chimenea, o difusas por otras actividades en las instalaciones, por partículas directamente emitidas o por contaminantes secundarios formados a partir de ellas, como los sulfatos o nitratos derivados de los óxidos de azufre o nitrógeno, la principal fuente de contaminación, a la que señalan este estudio, como ya lo llevan haciendo los anteriores, y desde hace años, sería la siderurgia y, especialmente a las actividades del Sinter o asociadas a ellos.

Por tanto, ya no es hora de estudios y análisis, aunque siempre vienen bien, es hora de tomar medidas para atajar el problema, medidas que, en todo caso, ya se han retasado demasiado, los que ha supuesto evidentes daños a la salud, al medio ambiente y las propiedades, las cuales, y aunque no sería lo principal, también pueden valorarse en costes económicos asociados a ellos, desde las pérdidas de horas de trabajo a los gastos sanitarios, todos ellos evitables, como lo son los años de vida perdidos, o la disminución de la esperanza de vida para las personas que, durante años vienen sufriendo esta situación.

Es verdad que, de este estudio, podemos deducir que tal vez no sean las emisiones directas del Sinter, a pesar de que la cantidad de contaminantes (PM10) emitidos sean los más importantes, los que tengan un efecto mayor en la zona, por la altura de las chimeneas la mayor temperatura de los gases, por lo que sería mejor dispersadas, afectando a un área mayor; incluso a zonas lejanas; mientras que otras fuentes secundarias o indirectas, por su emisión cercana al suelo y a menor temperatura puedan tener mayores efectos en las zonas próximas, lo que no podemos valorar correctamente ya que, a pesar de reiteradas peticiones de información sobre las emisiones totales o relativas, aún no hemos recibido respuesta por parte de la Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático.

En todo caso, si que quisiéramos que se hiciese una revisión sobre la contribución de la “quema de biomas, ya que, algunos de los marcadores empleados (PHA hidrocarburo aromático policíclico) pudieran tener, al menos en parte, otro origen, y nos referimos específicamente a las batería de coque, cuya arranque, incluso fallido; por los problemas que tuvo su puesta en marcha; coincide con el incremento, alcance máximo y posterior disminución, con las fechas en las que se elaboró el estudio, apareciendo en la gráfica de contribución de fuentes F1, referida a la biomasa un máximo a principios de enero, donde se dieron altos valores de benceno en la estación de medida de la contaminación de El Lauredal o de la Avda. de la Argentina, y cuyo origen fue claramente industrial, descartándose otros orígenes como pudieran ser el tráfico, obtenido por la relación entre el benceno y el tolueno lo que, de ser posible, también quisiéramos que se valorase a partir de los datos recogidos por este estudio.