Ecologistas en Acción de La Rioja, ante el anuncio de que después de más de 30 años de espera, ya sólo quedan 2 para que entre en funcionamiento la Presa de Enciso, consideramos que se puede calificar de auténtico “cuento de la lechera” la idea de que este embalse aportará una gran riqueza al Valle del Cidacos.
En primer lugar, por lo que hace referencia a la mejora y creación de regadíos, hay que apuntar que el agua embalsada, pasará a formar parte del conjunto de recursos hídricos de que dispone la Confederación Hidrográfica del Ebro (la CHE), que será el órgano de la Administración que decidirá su uso, teniendo en cuenta las necesidades de toda la Cuenca. De esta forma es muy posible que el agua del embalse de Enciso se vaya a los grandes regadíos de la Cuenca del Ebro, ya que al tratarse de un recurso cada vez más escaso, su precio aumentará de acuerdo con la ley de la oferta y la demanda, y en el mercado será para el que la pague mejor. Cada vez está más claro que llegará un momento a no tardar, en el que las pequeñas huertas, como las del Valle del Cidacos, no podrán competir con las grandes explotaciones agropecuarias e irán desapareciendo poco a poco.
Y en cuanto al turismo, hay que señalar que el embalse de Enciso se localiza en una zona de fuertes pendientes, lo cual hace que durante el verano, cuando la demanda de agua para riego sea importante, el descenso del nivel del embalse será muy brusco de un día para otro. En consecuencia, al poco tiempo de iniciarse la temporada de baños y navegación, deberá funcionar un sistema de tirolinas para llegar desde la carretera a la lámina de agua, la cual quedará rodeada de surcos de tierra reseca y rocas, lo que hará de este lago artificial, un paisaje muy poco atractivo. En estas circunstancias el Club Náutico de Enciso será muy poco competitivo frente a las piscinas del Barranco Perdido y el desarrollo turístico de la zona se quedará, como se dice en esta tierra, en agua de borrajas.
Así que en Ecologistas en Acción, no nos creemos ni que el embalse sea bueno para Enciso y su turismo, ni para el valle y su regadío. Eso si tanto Enciso como el Valle del Cidacos se quedan con el riesgo y la amenaza de una presa construida a pesar de la sismicidad y la geología del lugar, amenaza y riesgo que deseamos que nunca se hagan realidad.
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