Hemos analizado los datos de medidas de contaminación de la estación de la zona de L’Arbeyal, instalada durante más de cinco meses en la zona de la rotonda más próxima a las viviendas. Nos encontramos, como no podría ser de otra manera, con unos resultados muy similares a los que se habían obtenido en la estación de El Lauredal, y los que siguen dando en la nueva estación fija.
Los vientos predominantes proceden del suroeste, y son de muy baja velocidad al verse atenuados por el bloque de viviendas próximo a la instalación; pero son los procedentes del oeste-suroeste, y con mayor velocidad (en cuanto ese efecto es eliminado) los que podemos relacionar con una mayor contaminación por partículas PM10 y PM2.5; es decir, la calidad del aire empeora justo cunado el viento sopla de la dirección en la que se encuentran las instalaciones siderúrgicas.
Hay vientos de mayores velocidades del oeste suroeste, en cuanto ese efecto es eliminado, y que muestran un incremento de la contaminación en esa dirección para las partículas PM10 y PM2,5.
Justo en la dirección en la que se encuentran las instalaciones siderúrgicas.
También hay niveles altos de PM10 con vientos de dirección noreste, zona más expuesta al tráfico de la rotonda.
Las fuentes de contaminación quedan más diferenciadas si observamos el comportamiento del benceno, claramente industrial, aunque también hay otras fuentes, pero donde el predominio de la dirección oeste suroeste es total.
Otros contaminantes, como los óxidos de nitrógeno, tienen un distribución más homogénea pero desde luego los valores más altos vienen de la rotonda, claramente relacionados con el tráfico.
Para los valores de PM10, y durante los días de los que se disponen de datos, el número de superaciones del Valor Límite Diario de Protección de la Salud Humana fue de 24, sería el equivalente a unos 57 superaciones anuales, cuando el límite legal es de 35.
Llama la atención los valores “bajos” (en realidad no hay valores bajos para un cancerígeno) del benceno de finales de noviembre y durante el mes de diciembre.
Así y todo, los más altos de esos días proceden de la misma dirección, la misma fuente, las baterías de coque de Arcelor Mittal.
Con estos datos, está clara la situación y sus causas principales, «ya lo sabemos todo tarde», desde luego, ya hace más de una década que se venían pidiendo estudios de contribución de fuentes. También paremiológicos, en los que hay que avanzar, pero con los ya disponibles una cosa está clara, es el momento de avanzar en soluciones, no escudarse en competencias y si en un trabajo coordinado de las distintas administraciones y, desde luego, avanzar en la reducción de emisiones (tanto contaminantes como generadoras de crisis climática) no incrementar aún más el problema, en una apuesta errónea en nuevas industrias contaminantes y priorizar la defensa de la salud, de «un salud ambiental, animal y humana».
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