Un proyecto de una planta de biogás amenaza la ciudad de Albacete. La planta se situaría en el polígono industrial Romica, a unos 5 km del casco urbano, a unos metros del resto de instalaciones del polígono y a unos kilómetros de otras urbanizaciones como Los Pinares del Júcar, La Piña Verde y Miralcampo.
La planta recibiría diariamente más de 200 toneladas de residuos que, una vez tratados, producirían biometano que se inyectaría en la red de gas natural. Para su tratamiento, la planta contaría con balsas de evaporación y almacenamiento.
Ecologistas en Acción, la FAVA, y la Comunidad de Vecinos de Pinares del Júcar rechazan esta instalación. También el ayuntamiento de Albacete se ha expresado en contra y va a modificar la normativa urbanística y ambiental para que este tipo de industrias no puedan instalarse en las proximidades de la ciudad.
Nosotros decimos NO a la planta de Biogás proyectada en Romica por estas razones:
- Se trata de una planta de grandes dimensiones, proyectada para recibir y tratar tres veces más residuos orgánicos que los que produce la ciudad de Albacete.
- No se trata de un proyecto de la llamada “economía circular” porque va a recibir residuos que se producen a decenas o cientos de km de distancia y el gas metano que se obtendría no está destinado a la proximidad a la planta, sino a inyectarlo en el gasoducto nacional Cartagena-Puertollano y Madrid.
- Las molestias, ruidos, olores, tráfico y demás perjuicios se sufrirían no solo en el propio polígono de Romica sino también en la ciudad de Albacete y las urbanizaciones próximas a la planta: Miralcampo, La Piña Verde y Pinares del Júcar, dependiendo de la dirección del viento.
- El propio proyecto presenta deficiencias graves como la ausencia de captación de CO2, la no incorporación de filtros para el SH2, un gas tóxico o la insuficiente argumentación del destino de los residuos sólidos que quedarían al final del proceso.
Por último, queremos expresar que este proyecto y otros similares todavía en tramitación como la planta de Chinchilla, no corresponden a ejemplos de “economía circular” como ahora les gusta llamarlo a los altos cargos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a ciertos promotores, sino más bien a un caso de “círculo vicioso” creado por la ganadería industrial de cerdos o pollos, que debido la gran cantidad de purines que genera, y habiendo sobrepasado hace mucho tiempo la capacidad de los suelos agrícolas para absorberlos, y produciendo una gran contaminación por nitratos en el suelo y en los acuíferos, debe ahora blanquearse mediante empresas que supuestamente eliminen estos residuos. Sin embargo lo que realmente se hace es mover la mierda y trasladar lo
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