Los ecologistas alertan del grave impacto ecológico y social que va a suponer para los municipios de Jimena de la Frontera y Gaucín la presa de Gibralmedina y lamentan que ambos ayuntamientos no se hayan posicionado frente a este proyecto.
Las posturas de los diversos entes como la Junta de Andalucía, el Alcalde de San Roque, y distintos políticos locales y regionales es conocida por la prensa, pero para AGADEN-Ecologistas en Acción es lamentable que a fecha de hoy no se sepa absolutamente nada de los ayuntamiento afectados, es por ello que esta entidad ecologista se va a dirigir a ambos consistorios para conocer de primera mano su posicionamiento al respecto de este proyecto, ya que va a tener graves afecciones ambientales, y un grave impacto social, el cual va a sepultar tierras y construcciones antiguas ligadas a aprovechamientos rurales y tradicionales en la zona
El Ayuntamiento de Jimena, también es uno de los que irracionalmente apuestan por el desarrollo insostenible, ya que anunció en plena campaña electoral la construcción de un campo de golf en su municipio.
Tal y como se ha visto en declaraciones realizadas por Carmen Crespo, Consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía; los intereses son meramente económicos y especulativos, buscando el seguir vendiendo agua a la costa del sol. Y todo ello sin contar con las grandísimas consecuencias sociales, de multitud de vecinos que verán sepultadas bajo el agua sus tierras y sus forma de vida.
Para AGADEN-Ecologistas en Acción es mas que patente que con la excusa de llevar agua a los agricultores del bajo Guadiaro y realizar mejoras ambientales, se oculta el verdadero interés de esta presa, que es permitir mantener un modelo insostenible de desarrollo, como el que se está dando en la Costa del Sol, con más campos de golf (un nuevo en Castellar) y más urbanizaciones en la zona de Sabinillas, Casares, Manilva…sin tener el agua garantizada.
La Junta de Andalucía sacó a licitación la asistencia técnica para la redacción del proyecto de la presa de Guadalmedina, casi diez años después de que la Agencia Andaluza del Agua terminara de redactar el anteproyecto de esta gran infraestructura. Y todo ello, en una zona que con toda probabilidad tiene unos valores ecológicos y de biodiversidad importantes, como en la cuenca del Hozgarganta y del Guadiaro.
Los ecologistas afirman que la garantía de suministro de agua, no pasa en este momento por la construcción de nuevas presas, si no por la gestión eficiente del agua. El problema no es el embalse de agua, es que estamos en pleno ciclo de sequía y la gestión del agua es pésima. Fomentando los campos de golf, la captación ilegal de agua de pozos y del río Guadiaro, el estado obsoleto de los riegos en la agricultura y el descontrol de cultivos. Esta situación está más que demostrada en el estado en el que se encuentra el río Guadiaro y Genal, sin agua, y en muerte clínica.
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