· Ecologistas en Acción hace balance de un año marcado por la guerra de Ucrania y pone el énfasis en que el alza en el precio de la energía precede al comienzo de la guerra: su impulso tiene más relación con elementos estructurales de la crisis sistémica que vivimos.
· La organización ecologista apuesta por la adopción urgente de políticas radicales para minimizar el avance hacia los peores escenarios sociales, climáticos y ecosistémicos.
El año 2022 ha transcurrido enmarcado en un contexto de reducción en la disponibilidad de materiales y energía, donde quienes más están sufriendo sus consecuencias son las clases populares. La guerra de Ucrania ha evidenciado una situación de crisis de suministros que, sin embargo, ya existía antes de la invasión rusa.
Ante tal situación, Ecologistas en Acción vuelve a incidir en que resulta imprescindible reducir la dependencia de esos recursos, aunque la transición hacia este escenario no sea sencilla, como señaló, junto a Amigos de la Tierra, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, en una batería de diez propuestas a desarrollar frente a la vulnerabilidad social y a la emergencia ecológica.
Contra la barbarie de la guerra, durante la celebración de la Cumbre de la OTAN en la capital madrileña, a finales de julio más de cincuenta activistas de diferentes territorios del Estado español convirtieron la Escuela de Guerra de Madrid en una Escuela de Paz, mediante una acción directa no violenta, para exigir la salida de los señores de la guerra de nuestro país y la reducción (hasta su eliminación) del gasto militar, entre otras demandas. Desarma Madrid, red de la que forma parte Ecologistas en Acción, y la organización estatal Alternativa Antimilitarista-MOC organizaron dicha protesta.
Ante la situación de vulnerabilidad, la organización ecologista ha exigido poner fin a los combustibles fósiles y nucleares que la UE pretende vender como energía verde. Un ejemplo claro lo encontramos en la apuesta por ampliar las infraestructuras gasistas como el MidCat para el gas natural. Este gasoducto es innecesario y solo conseguirá acelerar la crisis climática, motivo por el cual la campaña estival 2022 del velero Diosa Maat izó las velas liderando una Marea contra el gas con el objetivo de impulsar en todos los ayuntamientos la declaración de Municipios Libres de Gas.
Mientras las familias españolas se han apretado el cinturón para pagar las facturas de la luz y llenar la cesta de la compra, entidades de reconocido prestigio social y científico, como el Real Jardín Botánico de Madrid y el CSIC, asocian su nombre al de algunas de las multinacionales más contaminantes del mundo, como Hyundai, empresa patrocinadora de Naturaleza encendida. Ecologistas en Acción ha recalcado que el derroche energético que supone un espectáculo de luces de este calado es, además de innecesario, ética y ecológicamente inaceptable en el actual contexto de emergencia climática y pobreza energética.
La crisis energética ha acelerado dos problemas ambientales relacionados: la falta de planificación de proyectos renovables y los proyectos mineros. Frente al primer problema, Ecologistas en Acción ha defendido la necesidad de que el desarrollo renovable sea compatible con la defensa de la biodiversidad. Frente a la minería, Ecologistas en Acción ha presentado este año el informe Reciclaje de Metales como alternativa a la minería extractiva.
También participó en octubre en la organización del Contrasalón Minero con motivo del Salón Internacional de la Minería en Sevilla, para denunciar y alertar de que el impulso de este sector supone apoyar la devastación ecológica, omitir el derecho de los pueblos a decidir sobre sus propios territorios y mantener la extracción y el uso desmedido de recursos naturales.
A su vez, Ecologistas en Acción ha recurrido ante el Tribunal Supremo la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de las Materias Primas Minerales aprobada por el Gobierno el pasado mes de agosto, con el objetivo de alertar de que la nueva ley de minas que impulsa el Ministerio para la Transición Ecológica viene dictada por el lobby minero.
Desde mayo de 2021, la Ley de Cambio Climático obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a poner en marcha su Zona de Bajas Emisiones (ZBE) antes de 2023. Ecologistas en Acción ha elaborado este año la guía Las Zonas de Bajas Emisiones para orientar y facilitar la acción de los grupos de activistas locales, y los equipos municipales, con criterios climáticos y de calidad del aire en ciudades medias, porque otro año más las ciudades españolas vuelven a suspender en contaminación por ozono, como se recoge en el informe La contaminación por ozono en el Estado español en 2022.
En materia de agua se ha denunciado la contaminación por nitratos en el abastecimiento de 197 municipios recogidos en el informe Estudios del contenido de nitratos en las aguas de consumo humano. El origen apunta a la proliferación de ganadería industrial intensiva y el uso masivo de abonos en la agricultura, sectores directamente relacionados con la situación crítica que atraviesan enclaves tan singulares e importantes como Doñana o el Mar Menor. La crisis hídrica también está profundamente acentuada por un volumen de regadío en España, que tiene un consumo superior al que las reservas hídricas —superficiales y subterráneas— son capaces de sostener.
Esta realidad contaminada trasciende al medio marino y terrestre. Ecologistas en Acción ha ampliado su informe Plaguicidas Disruptores Endocrinos en Alimentos, incluyendo los no autorizados por Europa y los que se contempla ser sustituidos por las autoridades. Los alimentos españoles contenían restos de 125 plaguicidas diferentes: 57 disruptores, 64 no autorizados y 13 candidatos a su sustitución.
En el balance de 2022 resulta imposible olvidar la lucha contra la contaminación en el medio marino: Ecologistas en Acción ha recogido 760 kilos de basura, principalmente plásticos, durante su campaña anual Limpiemos el mar. Como parte positiva, se termina 2022 con la aprobación del Real Decreto de Residuos en el último Consejo de Ministros del año, que ha sido rectificado para preservar el espíritu de la Ley de Residuos e impedir que la industria del usar y tirar, representada en Ecoembes, se autoevalúe en el cumplimiento de los objetivos. En consecuencia, se apuesta por una hoja de ruta sólida y transparente para la llegada del Sistema de Depósito de envases de bebidas, con el que se lograría poner fin a los 35 millones de envases de bebidas que cada día contaminan el entorno y dañan la salud de las personas
Siguiendo con la defensa de ecosistemas marinos, se ha publicado un año más el Informe Banderas Negras. Además, se ha comprobado con decepción que las negociaciones a puerta cerrada en el Consejo de la UE hacen imposible ver el fin de la sobrepesca para 2023. Siempre será más fácil prevenir una crisis que afrontar sus consecuencias y, como muestra de ello, en noviembre se estrenó el documental Alegría, en conmemoración del 20º aniversario del desastre del Prestige, una producción de Ecoloxistas en Acción y URCO productions.
La conservación de la naturaleza y de la biodiversidad ha seguido siendo la gran crisis silenciada y obviada, algo que, como advierte la comunidad científica, pone en grave situación de riesgo a la humanidad. La inacción del Gobierno ha sido sistemáticamente denunciada por Ecologistas en Acción. Resulta especialmente inadmisible el retraso y la falta de ambición del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad que no incorpora dentro de los objetivos a los principales impulsores de destrucción de la biodiversidad.
En el plano internacional, la COP15 sobre biodiversidad se ha visto reducida a otra oportunidad perdida para frenar la pérdida de biodiversidad. El Marco Global aprobado se queda a mitad de camino en la mayoría de sus Metas, y aunque permitirá continuar avanzando puede impedir que se cumpla la visión de “vivir en armonía con la naturaleza en 2050”. Además, queda la parte más importante y no siempre la más frecuente: cumplir lo acordado.
También ha vuelto a ser una oportunidad perdida la COP27 sobre cambio climático celebrada en Egipto, donde Ecologistas en Acción, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, alzó su voz para exigir derechos humanos y justicia climática. Tras alcanzar un acuerdo final in extremis, se consiguió que la comunidad internacional reconociera la necesidad de crear un fondo para las pérdidas y los daños que sufren los países más vulnerables ante el cambio climático. A pesar de ello, Ecologistas en Acción considera inadmisible haber perdido un año en cuanto a la adopción de medidas para la mitigación frente a la emergencia climática, pues el texto final no recoge avance alguno respecto a la COP26 en Glasgow.
Para terminar con buen sabor de boca este balance de 2022, Ecologistas en Acción hace mención a la presión de las organizaciones civiles que dan sus frutos. Es el caso de la salida de España del Tratado de la Carta de la Energía y el bloqueo histórico que ha sufrido el tratado en su totalidad: el Parlamento Europeo ha pedido su salida en bloque.
Entre las luchas para defender nuestros territorios, la organización ecologista se felicita porque todos nuestros argumentos han sido recogidos de forma contundente en la sentencia del Tribunal Supremo por el caso de Valdecañas: la urbanización es ilegal de principio a fin y deberá demolerse por completo, aunque el Tribunal Constitucional haya accedido de manera muy cuestionable a revisar dicha sentencia. Ecologistas en Acción ha recordado que no es justicia si no es igual para todas las personas y si el poder judicial se hace cómplice de quienes desde posiciones de poder acosan y criminalizan a los colectivos ecologistas que defienden la legalidad, como en este caso o en tantos otros.
Como cierre a su balance, Ecologistas en Acción reitera que todas sus acciones están orientadas a exigir una transición ecológica con justicia social. Sara Acuña, coordinadora de la organización, ha declarado: “Esto pasa por una redistribución de la riqueza real con políticas radicales, como las expropiaciones, las rentas básicas y máximas, o el desvío del gasto militar para fines socioambientales. También pasa por proteger la biodiversidad y por luchar contra el cambio climático. En definitiva, pasa por caminar hacia la soberanía social mediante la articulación de alternativas al capitalismo para la satisfacción de las necesidades humanas dentro de los límites del planeta. Todo esto requiere decrecimiento y el fomento de energía realmente renovable”.
Un cambio de modelo es imprescindible pero también es posible si sabemos cómo hacerlo. Por eso Ecologistas en Acción ha ofrecido varias claves para disfrutar de unas fiestas felices, al tiempo que se contribuye a dar respuesta a la crisis sistémica. Las mismas claves que se invitan a adoptar durante todo el año para contribuir de forma activa a hacer revolución por una transición ecosocial justa y sostenible.
Es de una Ecológica Aplastante pensar que juntas podemos hacer mucho más: ¡Asóciate!
[Foto de la noticia: Brett Sayles, vía Pexeles]
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