La investigación de Ana Isabel Álvarez «La creación de supermanzanas, zonas de bajas emisiones y los derechos de las personas con discapacidad y movilidad reducida: el centro histórico de Logroño«, en la que Ecologistas en Acción de La Rioja ha participado en las encuestas y en la aportación de documentación, tiene como objetivo contribuir a hacer compatible la mejora de la calidad del aire de las ciudades con los derechos de las personas con discapacidad.
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En el año 2006 se aprobó la Convención de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad, y posteriormente en el año 2015 la asamblea General de la ONU elaboró la famosa Agenda 2030. Ambos textos, aunque de diferente rango normativo, han dado lugar a la modificación de muchos textos normativos y a la proliferación de otros nuevos.
En ambos casos se pretende poner a la persona en el centro de cualquier política y actuación. La Agenda 2030 es un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad, proteger el planeta y mejorar las vidas y perspectivas de las personas en todo el mundo. Por ello resulta contradictorio que la puesta en marcha de actuaciones orientadas a su cumplimiento pueda resultar discriminatorias hacia un grupo de personas vulnerables como pueden ser las Personas con Discapacidad.
Sin duda se trata de una ponderación de derechos, pero no es necesario sobreponer unos sobre otros, sino que han de hacerse compatibles y cumplir el objetivo principal de ambos que es el poner a las personas en el centro. A continuación, se analizan las diferentes normativas implicadas y su aplicación o falta de ello en el caso concreto de Logroño.
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