Un año más, después de una nueva inspección de los más de 8.000 kilómetros de nuestras costas, Ecologistas en Acción presentamos el informe Banderas Negras 2023. Además de este formato informe, desde 2021 podéis encontrar los resultados de este trabajo en nuestra web en formato mapa o estructurados por provincias, comunidades/ciudades autónomas y cronológicamente.El informe Banderas Negras otorga un total de 48 Banderas Negras, dos por provincia y/o ciudad autónoma, una bandera por contaminación y otra por mala gestión ambiental de nuestras costas. Como años anteriores, el informe de 2023 recoge las situaciones de afección ambiental más graves, pero no todas, por desgracia podrían ser muchas más.
Año tras año observamos problemáticas similares a las anteriores, aunque sin duda uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es a la turistificación y urbanización de nuestro litoral. De las 48 banderas negras otorgadas este año encontramos: 17 por urbanización de la costa, a veces incluso invadiendo el Dominio Público Marítimo-Terrestre; 12 por vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración; 6 por contaminación química, lumínica y/o acústica; 6 por afecciones a la biodiversidad; 3 por acumulación de basuras marinas; 2 por dragados y ampliaciones portuarias sin justificación; entre otras.
En esta ocasión nos gustaría destacar una problemática que hasta ahora no habíamos denunciado: la proliferación de playas caninas designadas sin una evaluación previa de impacto ambiental. Por esta razón, por designar como playa canina la playa de A Calzoa, sin haber previsto el grave impacto ambiental que se ha generado, se otorga una bandera negra al ayuntamiento de Vigo.
Pasear con perros por entornos naturales se ha convertido en una actividad muy popular en todo el mundo, que plantea una serie de problemáticas medio ambientales y desafíos que deben ser abordados de manera responsable por parte de las administraciones y de la sociedad.
Numerosos estudios científicos evidencian el elevado impacto que el paseo con perros causa sobre la fauna litoral, principalmente a las aves, pues es el hábitat exclusivo de alimentación, descanso y reproducción para muchas de ellas. Los efectos negativos de esta actividad se cuantifican muy por encima del resto de tipos de molestias analizadas.
No se trata de demonizar a ningún animal, ni a las personas que los acompañan, sino de entender la interacción que se produce entre ellos: las aves perciben al perro como predador y éste a ellas como presa. Cuando permitimos que un perro persiga a las aves, aunque no las atrape, causamos en ellas un importante estrés, les impedimos o dificultamos la obtención de alimento, las privamos de descanso y las obligamos a invertir un elevado gasto energético en tener que huir.
Además, los dueños de los perros deben ser conscientes de que esto no sólo sucede una vez con su perro, si no que sucede de forma habitual con muchos de los perros que visitan la playa a lo largo del día y todos los días. Este gasto excesivo se salda con un deficiente estado físico que conlleva la reducción de la reproducción y supervivencia de aves como los zarapitos o los chorlitejos .
La designación de playas caninas es una iniciativa en auge tomada por ayuntamientos en la que, habitualmente, no se tienen en cuenta criterios medioambientales y en la que son seleccionadas aquellas playas consideradas de menor valor turístico, que
paradójicamente suelen coincidir con las que presentan mayor valor ecológico. Desde Ecologistas en Acción consideramos que debería ser al revés.
Aunque existen ejemplos en nuestro territorio en los que se ha dado marcha atrás en la designación de playas caninas, como son los casos de la desembocadura del río Guadalhorce (Málaga), Banyeretes en Sant Pol (Barcelona) o Ponzos (Ferrol), debido a la incompatibilidad de este uso con la conservación del ecosistema, todavía existen casos incomprensiblemente irresponsables como A Calzoa en Vigo (Pontevedra) cuya designación se mantiene en contra de las evidencias que demuestran que la presencia
constante y persistente de perros ha afectado gravemente al ecosistema con mayor tasa de biodiversidad de todo su tramo costero y cuya mala gestión ha producido una alteración crónica y acumulativa que ha dañado seriamente los hábitats que alberga.
Así pues, se requieren análisis más complejos por parte de las administraciones públicas a la hora de seleccionar espacios de esparcimiento para las personas con sus animales domésticos en el medio natural, apoyados en la realización de estudios de impacto ambiental previos a la designación que cuenten con aval científico a fin de garantizar la conservación de los ecosistemas litorales y su biodiversidad.
Este año, de nuevo, se reiteran banderas a atentados ecológicos que parecían en vías de resolución, pero que su resolución está aletargada en el trámite administrativo, cuando no atrapada en el laberinto judicial que resulta de una legislación garantista con el infractor. En este sentido, un caso que ha causado dolor y tristeza al ecologismo, es la prorrogación de la concesión a la factoría de celulosa de ENCE a orillas de la ría de Pontevedra. Después de 75 años vertiendo al litoral y agotado el máximo de años previstos por ley, el Tribunal Supremo ha fallado a favor de la pastera, a pesar de un dictámen judicial previo de la Audiencia Nacional ratificando el fin de la concesión.
Otro ejemplo calor de la impunidad de algunas corporaciones para operar sin respeto al medio ambiente es la ocupación ilegal de terreno público de costas en la ría de Barbadun realizada por Petronor gracias al desinterés de la fiscalía en restituir la legalidad y al amparo de las administraciones competentes que no terminan de ejecutar las sentencias judiciales.
Afortunadamente, no siempre ocurre esto y tenemos algunos casos de mejoras que se han logrado gracias a la movilización ciudadana y a informes como este. No todas las administraciones hacen oídos sordos ante la presión y movilización popular, y/o
actúan tan lentamente que los cambios apenas son apreciables.
Tres ejemplos de ello son la futura construcción de la nueva depuradora de Barbate (Cádiz); el arreglo del emisario más las obras de puesta a punto del tratamiento terciario en Roquetas de Mar (Almería), la limpieza de la playa Hípica en Melilla y la ampliación de la depuradora para incluir el tratamiento terciario y aprovechar el agua regenerada; o las iniciativas políticas, administrativas y judiciales espoleadas por la presión social llevadas a cabo en el Mar Menor (Murcia).
Desde Ecologistas en Acción celebramos estas mejoras, pero tenemos que hacer hincapié en que los atentados ecológicos se seguirán reproduciendo mientras nos confiemos a un sistema económico en el que se prima el crecimiento económico sobre cualquier otro criterio y el respeto ambiental brilla por su ausencia. Sin una economía planificada y bajo control democrático, la vida siempre saldrá perdiendo.
Por último, queremos agradecer a todas las personas que han colaborado de manera desinteresada en la elaboración de este informe. Personas activistas y voluntarias de los grupos locales de Ecologistas en Acción que, gracias a su trabajo, han hecho posible que Banderas Negras salga a la luz un año más.
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