Este año se conmemora el 50 aniversario del día mundial del medio ambiente, establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972.
Desde Jaén, y ante las evidentes anomalías climáticas que estamos sufriendo en nuestra provincia y ciudades, queremos lanzar un mensaje, no de celebración, sino más bien, de preocupación ante la vulnerabilidad económica, social y natural en la que estamos entrando en Andalucía en general y en Jaén en particular.
Vulnerabilidad, porque la escasez de lluvia y el importante aumento de temperaturas, nos hacen serlo ya que en gran medida dependemos de la agricultura y del turismo. Y porque estos factores alteran también nuestra propia calidad de vida diaria y la de nuestros espacios naturales
Esta vulnerabilidad, la podríamos dividir en varios ámbitos.
Vulnerabilidad en el ámbito agrícola, donde debido a la incapacidad de nuestras administraciones en gestionar el agua, y el acaparamiento de esta que la agricultura realiza mediante un “sálvese quien pueda” hace inviable una gestión adecuada de este sector tan importante en Jaén. Pero además, ese modo de actuar deja como gran perjudicado silencioso, a nuestro espacio natural ya que además de la escasez de agua y aumento de temperaturas, también sufren la desecación artificial provocada por el acaparamiento por parte del ser humano de todos los recursos hídricos. Por tales motivos y como ejemplo de todo ello, Ecologistas en Acción ha concedido este año a la Junta de Andalucía el Premio Atila 2023, por poner todo su empeño en la destrucción de los valores del Espacio Natural Doñana.
Vulnerabilidad en el medio urbano, donde los efectos del cambio climático sólo se pueden minimizar si se realizan acciones de adaptación y mitigación, tanto por las personas a nivel particular, pero especialmente por las administraciones.
Estas acciones se traducen en reducir el consumo de agua global, reducir necesidad de la movilidad en vehículos, y hacer del entorno urbano un espacio más verde, capaz de amortiguar los incrementos de temperatura radicales.
Estos tres elementos, agua, movilidad y verde, se traducen urbanísticamente hablando, en un modelo de ciudad compacto, con gran arbolado de sombra y que propicie una movilidad a pie, en bicicleta o VMP.
También son indispensables, en este modelo de adaptación y mitigación, otros elementos como son la producción y el consumo de productos de cercanía y el uso de energías renovables.
Pero sin lugar a dudas, la solución del problema pasa por ejecutar lo antes posible la llamada “transición ecológica”, es decir eliminar ya la producción de CO2 y los elementos que generan el Cambio Climático.
Desde Ecologistas en Acción de Jaén, sabemos que se avecinan tiempos complejos, tiempos que nos van hacer vulnerables y por ello es imprescindible comenzar ya a afrontarlos, para mitigar su impacto.
Jaén es ya una provincia vulnerable.
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