El escaso interés por hacer cumplir las normas sociales y ambientales en la ciudad, se ponen nítidamente al descubierto, cuando su protagonista es el honorable coche. Ante tan poderoso señor, la autoridad municipal rinde impunidad, cuando no pleitesía.
El parque Colonia de Cables recibe dicho nombre en atención a la urbanización cercana. Es un pequeño espacio verde, poblado de coníferas, de la especie pino carrasco (Pinus halepensis), con presencia de ejemplares poco añosos, rápido crecimiento y formación espigada, terreno apelmazado y fuerte exposición a vientos y vendavales, que poco favorece su asentamiento en el terreno.
Muy apreciado por vecinos del barrio para recreo, esparcimiento, paseos con mascotas, y la cercanía al colegio Santa Teresa, supone presencia habitual de niños y niñas en su interior. Aunque no siempre necesario, como puede ser el caso, la presencia de algún elemento de juego infantil, disperso y alejado de la explanada deportiva, podría motivar mayor afluencia e interés; en cualquier caso, las zonas despejadas de arbolado suponen reclamo importante de jóvenes y adultos, para diversas actividades con pelota o balón.
Hasta ahí perfecto, si no fuera por la triste y lamentable presencia los fines de semana del personal citado, que acude con sus vehículos aparcando en su interior, junto al lugar de juegos, haciendo del exceso motorizado, kilómetro cero de su actividad, y evidente peineta, al sano ejercicio de caminar; modalidad ésta, difícil de entender en cualquier parque o zona verde del casco urbano, elevada a infinito, cuando alrededor hay presencia infantil, que asocian normalizada dicha imagen intrusa en la arboleda, resultando aberrante y perversa con los valores ejemplarizantes, de respeto a la naturaleza y su entorno. A su vez, también se aprovecha para limpieza y pequeños arreglos, cambiando radical de actividad, por la noche.
En reiteradas ocasiones, miembros del grupo ecologista, puestos en contacto con la policía local, sus agentes señalan la dificultad de intervenir, al no haber señalización de prohibición y/o acceso circulatorio al interior del parque.
Ecologistas en Acción, el pasado 26 de noviembre, remitió denuncia sobre éstos hechos con aportación gráfica al Ayuntamiento de Aranjuez, concretando a Mercedes Rico, Delegada de Seguridad Ciudadana y Movilidad, y José González, Delegado de Medio Ambiente Parques y Jardines, “En relación con el aparcamiento indiscriminado de vehículos en el parque público Colonia de Cables”, exponiendo una serie de motivos objetivos; en especial el incumplimiento de la legalidad urbanística del municipio, en su art. 6.17 Libre de Parques y Jardines, apartado 4 sobre condiciones: “Se permiten los usos de esparcimiento al aire libre, juegos infantiles, culturales, motivos ornamentales, puntos limpios y construcciones auxiliares en relación con la conservación y mantenimiento de los parques y jardines”.
En ningún caso la norma de gestión, autoriza o habilita el aparcamiento de coches en su interior, por tanto, los responsables municipales citados, no pueden hacer oídos sordos y la vista gorda desentendiéndose del asunto, legitimando de facto hechos ilegales, contra el patrimonio urbanístico, natural y cultural del Real Sitio. Como ecologistas ribereños, jamás nos cansaremos en recordar a fuerza de resultar pesados ¡Somos Patrimonio de la Humanidad!, todavía.
En este sentido, el grupo político ACIPA lleva realizadas diferentes iniciativas durante el Pleno, aprobadas por unanimidad de todos los grupos: Ruego en junio/2016 al gobierno socialista de entonces. Propuesta en diciembre/2019 al nuevo gobierno popular. Ruego en marzo/2021, al veterano ya, gobierno actual.
Todas las intervenciones plenarias, encaminadas a mejorar los accesos y la seguridad en el Parque de Cables, concretamente solicitaba al gobierno municipal, diversas actuaciones, entre otras, se procediese a la instalación de obstáculos físicos en las distintas entradas, a fin de evitar la invasión del mismo, por vehículos motorizados.
Concretamente la última de marzo, de manera cansina vuelve a insistir sobre lo mismo, instando la aplicación de lo aprobado años atrás; pues va a ser que no, sin fortuna hasta la fecha, haciendo todo esfuerzo y dedicación en la materia, inútil. Nos preguntamos los vecinos, ¿sirve para algo, lo que se aprueba en los plenos?
Salvando las distancias…, en el Central Park del barrio de Manhattan en Nueva York, esta incluso prohibido fumar, así como en el resto de parques urbanos.
Situaciones similares, se viven en días festivos principalmente, en la zona periurbana de la ciudad, convertida en territorio salvaje, donde hordas de coches y motos, campan a sus anchas, pisotean y degradan todo cuanto encuentran a su paso, sin importar un pimiento los límites de salvaguardia del territorio protegido de Aranjuez, siendo despojados sotos históricos y fluviales, paseos arbolados, Red Natura 2000, vías pecuarias, etc, de todos los valores naturales, históricos y culturales que atesoran, por la reiterada y masiva presencia de vehículos circulando o estacionados en dichas áreas, sin que observemos presencia alguna de policía local municipal y/o agentes forestales de la Comunidad, en tareas de control, vigilancia, o sanción en su caso, sobre los infractores.
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