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Madre Tierra y agro-ecofeminismo

Las mujeres activas y activistas del área de Ecofeminismo de Ecologistas en Acción de Extremadura queremos unirnos al tapiz del desván de aquellas que nos precedieron, a la urdimbre que nos da voz con el territorio en que vivimos, a aquellas que denunciaron y hoy, 8M del 2022 queremos decir: ¡Basta ya! a las acciones que consideramos injustas con la Tierra que habitamos.

Estamos jartas porque tenemos que, además de trabajar dentro y fuera del hogar, defender el territorio del gobierno regional y la política en general que sigue hablando de progreso (para más ironía ahora lo llaman progreso verde) cuando nos venden:

  • Suelos, con la minería a cielo abierto y “huertos solares”
  • Biodiversidad, con sus aerogeneradores
  • Agua, que ya se muestra escasa en todos los pantanos.

Van a hormigonar ese suelo que mantiene zonas de una gran biodiversidad, su agricultura y ganadería y todo en nombre del progreso. Un progreso que vaciará nuestro espacio vital. Y lo harán, dicen, de forma “sostenible”.

Estamos jartas de tanta engañifa, porque no es sostenible aquello que no se recupera de forma alguna; no es sostenible aquello que agota los recursos de un lugar y pone en peligro la supervivencia de los seres vivos que lo habitan y pudieran habitarlo.

Jartas de su progreso, que sigue hablando de ampliar las zonas de regadío cuando el agua escasea. ¿A quién quieren engañar? No nieva, no llueve lo suficiente para colmar los suelos, y persisten en ampliar las hectáreas de regadíos. Matarán también a los ríos, fuentes de vida y alegría. Serán responsables de la Extremadura vaciada. El agua es un bien común, imprescindible y no negociable.

Jartas de ver su verde con sabor amargo y visión negra, opaca y sangrante para Extremadura. Nos engañáis, pretendéis seguir expoliando en esta tierra y vemos como las personas más preparadas siguen “migrando” (como se dice ahora). Extremadura es tierra de migrantes que tuvieron que salir de aquí y hoy no hemos cambiado. Pretenden emborronar una tierra de gran biodiversidad y convertirla en un páramo arisco y no apto para la gente. ¿Por qué?

Estamos jartas de que no vean que el cambio climático está aquí. Desde hace dos años vivimos con mascarillas, cada año un virus nuevo (covid, delta, omicron,…) nos atenaza, no es casual. La población infantil no ve sonrisas, gestos faciales, no se abraza y vive adosada al gel hidroalcohólico.

Invierten en ordenadores, en las nuevas tecnologías, las TIC, en materiales que provienen de la minería a cielo abierto, y no invierten en personas altamente preparadas que trabajen y preparen al actual alumnado. No bajan las ratios para aumentar la calidad de la educación pública de todas y para todas. El futuro se construye desde hoy y ustedes lo hacen con lo metálico y destruyendo, y no con lo humano y construyendo un mundo apto para todos los seres vivos.

Nos dijeron que el lenguaje nos incluía, a las mujeres en lo masculino, y los libros sólo ensalzaban a hombres y en ellos llaman héroes y grandes a aquellos que hicieron que nuestros hijos (ahora también nuestras hijas) murieran y mueran en campos de batalla, en espacios y territorios ajenos al bien común. Pero, hemos comprendido que nuestras escalas de valores son las escalas de valores del patriarcado, que la Universidad fue creada con sus conocimientos, métodos, códigos y para ellos, pues se nos negó la entrada durante siglos, y a ella también nos hemos adaptado con la mirada-miope que ha hecho defender lo indefendible en esta sociedad.

Hemos interiorizado sus normas sociales, su sistema de dominación, de creación. Incluso las ciudades están pensadas para ellos, como nos recuerda Zaida Muxí Martínez, en su libro «Mujeres, casas y ciudades» (2018), pues, también, la Historia de la Arquitectura y el Urbanismo nos obvió y las aportaciones de mujeres fueron asumidas y presentadas por otros.

Estamos jartas de no poder coger el tren y viajar por la Ruta de la Plata, esta ruta oeste olvidada por los gobernantes de este país y no defendida por los gobernantes autonómicos correspondientes. ¿Ustedes son ciegos? Otras comunidades cubren las necesidades de transporte y viaje con trenes que vertebran sus territorios. Ustedes promueven vehículos que van a devastar, arruinar y destruir territorios extremeños sin visión de futuro alguno para esta comunidad autónoma. ¿Esta es su energía verde? ¿Es ésta su economía circular? ¿Es así como van a llevar a cabo su transición ecológica? En serio consideran su actitud ¿limpia?

Estamos jartas de ver cómo hacerse mayor es un agravio, más aún para nosotras. Las brujas eran canosas y sin dientes, esto es, mujeres mayores y trabajadoras de los cuidados precisos. Con esta imagen colectiva que se fue creando, como nos describe Mona Chollet en «Brujas» (2019), hemos crecido y aprendido con el miedo-miopía, y no nos deja envejecer como a ellos, con tranquilidad. A las mujeres se nos exige, como se puede apreciar en los medios de comunicación, ser cada vez más biónicas, como si la vida no causara quebrantos en ellas. A estos imposibles se suma la imposibilidad de movimiento, por la escasez de medios de transporte público, digno y extendido en Extremadura; la falta de cajeros en nuestros pueblos empieza a ser preocupante y el uso de las aplicaciones móviles es casi insalvable para las personas con más edad.

Desde aquí, sin embargo, queremos felicitar al pueblo de Pescueza, pues pasa por ser, en nuestra comunidad autónoma, el pueblo que mejor cuida a las personas mayores, adaptando acerado, calles con pasamanos, …y cuidados.

Llegadas a este punto, el área de Ecofeminismo de Ecologistas en Acción Extremadura reivindica y aplaude los hilos con los que tantas personas están revistiendo el telar en el que se teje la Historia de la humanidad y nos ayudan a idear un nuevo tapiz, con una urdimbre más cuidada, con hilos diversos y un tapiz social, en el que cada persona pueda encontrarse segura de estar contemplada y cuidada en un planeta en el que la biodiversidad es fundamental. Sin biodiversidad no hay vida, y lo sabemos. Por ello el futuro será agro-ecofeminista o no será, y la madre Tierra no nos disculpará si no es así.

La entrada Madre Tierra y agro-ecofeminismo aparece primero en Ecologistas en Acción.

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