• La ejecución de la obra de remodelación de la estación de Atocha contempla la tala de cientos de árboles maduros en uno de los lugares más contaminados y con mayor densidad de tráfico de la ciudad.
  • Ecologistas en Acción y la FRAVM reclaman la protección del arbolado existente, minimización del incremento del tráfico y reducción de la contaminación de la zona asociada a las obras y al futuro planificado de la estación.
  • Exigen una revisión del proyecto que priorice la conexión con El Retiro y Paseo del Prado a través de un extenso corredor verde.

La empresa pública española ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tiene previsto realizar obras de ampliación y remodelación en varias de sus estaciones, de entre las que destaca la de Atocha. Ecologistas en Acción Madrid y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales (FRAVM) muestran su preocupación por el impacto de dichas obras en el entorno de las calles Méndez Álvaro, Glorieta Emperador Carlos V y calle Comercio en lo que al arbolado, densidad de tráfico, niveles de ruido y contaminación en el entorno se refiere.

Nos encontramos en un contexto donde la acumulación de obras públicas en la capital comienza a movilizar a la ciudadanía madrileña en una clara dirección: detener el sacrificio del verde urbano. El proyecto de ADIF  para la estación de Atocha contempla la tala de más de 350 ejemplares de gran porte en los alrededores de la estación. Así, por ejemplo, las acacias, olmos y tilos de la calle Méndez Álvaro se verán afectados, mientras que en la calle Comercio y en la avenida Ciudad de Barcelona serán los plátanos. Especial atención merecen los seis grupos vegetales situados en la avenida Ciudad de Barcelona número 2, actualmente incluidos en el Catálogo de Parques Históricos y Jardines de Interés con Nivel de Protección 3.

Plátanos de sombra en la Avenida Ciudad de Barcelona

Pese a que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto recoge un estudio de cada uno de los árboles afectados y propone el trasplante de algunos ejemplares, Ecologistas en Acción y la FRAVM lamentan que el proyecto no priorice su conservación. Recuerda que el trasplante de árboles maduros no es una opción viable, por las altas probabilidades que tienen los ejemplares de fenecer. Reclaman que se aplique la Ley de Protección del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid, y recuerdan que en su artículo 2 la tala queda prohibida salvo para casos de absoluta necesidad. En el supuesto caso de ser absolutamente necesaria, la legislación establece la obligatoriedad de plantar un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado, lo que desgraciadamente se está convirtiendo en práctica habitual. La asociación ecologista advierte que en un escenario de emergencia climática, talar y replantar no es equivalente a mantener y cuidar los centenares de árboles maduros madrileños.

En diciembre de 2022 el TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) falló en contra de Madrid y Barcelona por el incumplimiento sistemático de los valores límite legales de dióxido de nitrógeno en el aire. Las organizaciones ciudadanas muestran su preocupación por el impacto de las obras en la calidad del aire de uno de los lugares más contaminados y con mayor densidad de tráfico de la ciudad. Señalan que las calles Comercio, Antonio Nebrija, la Avenida Ciudad de Barcelona, Menéndez Pelayo y Méndez Álvaro verán aumentar el tráfico rodado como consecuencia directa de la ejecución de las obras.

Ecologistas en Acción y la FRAVM recuerdan que una de las medidas más eficaces para paliar los efectos combinados del calor, la insolación, la contaminación y el ruido asociados al tráfico que padece Madrid, lo encontramos en el arbolado urbano. Un árbol maduro tiene una gran capacidad de absorción de CO2 así como de contaminantes dañinos para la salud como, NO2 y SO2, además de contribuir a la fijación de partículas nocivas como PM2.5 y PM10. A ello hay que añadir el efecto sombra, el aumento de la humedad ambiental que proporciona el arbolado, así como por su valor estético, paisajístico y medioambiental.

Las organizaciones ciudadanas subrayan que todo proyecto de transformación del espacio urbano debe priorizar la conservación del verde urbano y exigen que ADIF evalúe el futuro inmediato de las zonas afectadas, así como minimice los efectos medioambientales de sus obras. Es más, la asociación ecologista con el apoyo de la comunidad vecinal proponen la construcción de un extenso corredor arbolado que una el Retiro con el Paseo del Prado, que ayude a minimizar los efectos negativos tanto climáticos, como por consecuencia del aumento de pasajeros y trenes en el corazón de la ciudad.

A todo ello hay que añadir que la segunda fase del Proyecto del Nuevo Complejo Ferroviario de la Estación De Atocha no se encuentra disponible en la página web de ADIF. Ecologistas en Acción y la FRAV exigen que se haga público dicho documento, así como los Proyectos Básicos de remodelación de otras estaciones de cercanías. Y es que la zona de Atocha no será la única afectada por las obras de ADIF. En el barrio madrileño de Villaverde se llevará a cabo un proyecto de mejora de la accesibilidad, evacuación y ventilación en caso de incendio de la estación de cercanías Puente Alcocer. Mientras que dentro del distrito de la Latina, ADIF implementará un proyecto de remodelación de la estación subterránea de Cercanías de Aluche, y de mejoras en Fanjul y Las Águilas.

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