A través del proyecto a nivel provincial “Salvemos al chorlitejo patinegro”, no hay ciudadano que no sepa quien es el chorlitejo patinegro, ave limícola de pequeño porte que cría en nuestras costas y cuya población en Andalucía y a nivel nacional en general, ha presentado un gran descenso en las últimas décadas; hecho que ha motivado el que sea catalogada como “En peligro de extinción en el libro rojo de la Aves de España”.
Los esfuerzos de los colectivos y voluntarios no solo se centran en el seguimiento de la poblaciones establecidas en distintos puntos del litoral gaditano, si no que realizan una labor de educación ambiental a nivel de playa y de administración, donde se exponen las amenazas potenciales de esta ave.
En este caso no ha servido de mucho. Los municipios de Chipiona, Sanlúcar de Barrameda y Rota, han sufrido destrozos del hábitat y pérdidas de puestas en al menos el término municipal de Rota, a través de la maquinaria pesada debido a la limpieza de playas, a pesar de las advertencias de que es zona de cría y del condicionante impuesto en los Planes de Playa por la Delegación de Desarrollo
Sostenible de la Junta de Andalucía donde se prohíbe la limpieza mecanizada de playas y el tránsito de vehículos a motor de sobre los cordones dunares embrionarios y una franja de 8 m. de ancho comprendida entre el primer cordón dunar y la zona de arena húmeda (intermareal).
AGADEN-Ecologistas en Acción y Ecologistas en Acción de Rota han puesto los hechos en conocimiento de las autoridades pertinente, denunciando ante el Seprona (Servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil) y a Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, al ser estos hechos constitutivos de delito pues la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y la Fauna Silvestres indica en su artículo 7. Régimen general de protección apartado 2,
a) Queda prohibido dar muerte, capturar en vivo, dañar, perseguir, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres sea cual fuere el método empleado, en particular durante el periodo de reproducción, crianza, hibernación y migración, recolectar sus larvas o crías, alterar o destruir sus hábitat, así como sus lugares de reproducción y descanso.
b) Destruir, dañar o quitar de forma intencionada nidos o sus huevos, frezaderos y zonas de desove, así como la recogida o retención de huevos, aun estando vacíos.
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