La Autoridad Portuaria de Sevilla desoye las recomendaciones científicas sobre el estuario que incluye la evaluación ambiental de los dragados de mantenimiento.- Ecologistas en Acción trasladará al Ministerio para la Transición Ecológica que no se están atendiendo las recomendaciones de la comisión científica del Espacio Natural Doñana en cuanto al seguimiento ambiental de las actuaciones de dragado que se vienen desarrollando año a año.
El Puerto ha cambiado su actitud, abriéndose a la sociedad y dando debida información sobre sus proyectos de mejora de la navegabilidad, lo que supone avances en la gobernanza. Pero eso no quita se haya instalado en el objetivo de conseguir mantener unas cotas de navegabilidad en el estuario que, como poco, no se están evaluando.
Cuando se pretendió realizar un dragado de profundización se elaboraron informes concienzudos por parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Granada, que se resumieron en una serie de conclusiones elaboradas por un comité científico. Éstas rechazaban de plano el dragado de profundización, admitían la continuación de los dragados de mantenimiento, pero exigían, entre otras medidas que a día hoy no se han puesto en marcha, el seguimiento ambiental de los efectos de estos dragados.
Para ello ya se disponía de todo un sistema de balizas de seguimiento en continuo de las condiciones ambientales del estuario que iba a aportar esos datos, por lo que el Puerto sólo tenía que mantenerlas funcionando y dedicar personal para la toma de muestras y análisis de resultados. Dos años después de su instalación todo ese sistema se dejó deteriorarse y los miles de euros de dinero público invertido se perdieron por el miedo del Puerto a conocer los impactos que los dragados venían ocasionando.
La principal recomendación del Comité era la necesaria coordinación de las administraciones con competencia en el estuario para desarrollar las acciones. Esta coordinación es inexistente a día de hoy, lo que le sirve de excusa al Puerto para seguir actuando como siempre, manteniendo a toda costa intensivas actuaciones de dragado mirando exclusivamente la cuestión de la navegabilidad, dejando al margen el resto de actores y actividades que dependen de un río vivo para subsistir. Pesquerías, acuicultura, turismo de playa, arrozales y biodiversidad se ven abocadas a sobrevivir bajo las condiciones impuestas por el Puerto como sujeto dominante que impone sus condiciones al resto.
Los dragados de mantenimiento, al no ser evaluados, dan por válida la situación en la que nos encontramos y ahí radica el problema. La actividad portuaria ha transformado de forma radical el curso bajo del Guadalquivir, modificando un estuario en una ría, que se ha recortado en más de 40 Km. a través de las distintas cortas, y que ha resultado único cauce, tras la amputación de los Brazos laterales del río. Por una parte el de la Torre, que formaba la Isla Mayor y el del Este, que conformaba la Isla Menor. Y con una mayor profundidad dado los continuos dragados y la eliminación de barras de arena en la desembocadura, generando básicamente un predominio de la marea frente a los aportes de agua dulce, que mantiene la ría con niveles de turbidez que la llevan a una situación de colapso ecosistémico.
Ecologistas en Acción ha trasladado que la Autoridad Portuaria, como entidad pública que es, no puede desentenderse de las afecciones que ocasiona su actividad. Y que, más allá de mantener los dragados de mantenimiento, sin su correspondiente evaluación, limitándose a la gestión de vaciaderos o a la regeneración de playas, debe tomar la iniciativa para desarrollar una evaluación ambiental de los dragados independiente y que valore todas las afecciones en juego, atendiendo a las recomendaciones de los expertos y así valorar todos los aspectos socio-ambientales implicados en cada caso.
Como el Puerto no lo va a hacer, justificándose en que no es su función velar por otros intereses que le son ajenos, desde Ecologistas en Acción exigiremos que sea el Ministerio para la Transición Ecológica el que obligue a incluir la evaluación ambiental de los dragados, teniendo en cuenta que hay que asumir las actuaciones recomendadas.
Estas pasan por la recuperación de llanos mareales, la reconexión de los Brazos cegados, el incremento del aporte de agua dulce y el estudio de viabilidad de la eliminación de la presa de Alcalá. Sólo así sabremos las ventajas e inconvenientes de cada alternativa y se podrá actuar teniendo en cuenta todas las implicaciones y no sólo el beneficio de uno de los actores por mucho poder y capacidad de influencia que haya demostrado a lo largo de los últimos doscientos años.
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